Derribando rumores y recomendando herramientas para crear y crecer en Instagram.
POR CLOÉ GOLDSTEIN
Instagram, a diferencia de otras redes sociales, tiene un algoritmo cerrado. Lo que se sabe de forma cierta es que el feed está ordenado según la fecha de las publicaciones y en base a las interacciones que el usuario tiene con su comunidad.
Hablando con una amiga que está comenzando a trabajar en redes sociales me di cuenta que existen muchos rumores. Por ello me encuentro acá para compartir algunas cosas que aprendí y errores que cometí trabajando un poco más de tres años en redes sociales (particularmente en Instagram) en La Posta Guide.
1.
No existe la receta mágica para el éxito en redes. Hay que dudar de quien diga que sí la hay. Lo que sí me animo a establecer es que existen buenas prácticas. Entre ellas: para mantener a la audiencia, se debe publicar contenido periódicamente. Para saber qué exponer hay que probar, equivocarse y acertar; no es una ciencia cierta. Pero repito, estos consejos no aseguran la gloria. Ambas prácticas son difíciles de realizar y requieren trabajo. Me refiero a que se precisa tiempo de investigación, y se debe confirmar la información recogida. Luego, es necesario plasmar todos esos datos en un post atractivo (lo que implica fotos, texto, historias).
2.
Es importante ser claro y conciso en los mensajes que uno transmite a su comunidad virtual. Como cada cuenta es un canal de publicidad, es indispensable mantener una línea clara en el mensaje, tanto visual como escrito. Por ejemplo, una cuenta que usualmente publica contenido sobre comida nutritiva y orgánica no le conviene repentinamente postear fotos e información de alimentos de fast food y con altas calorías, es decir, productos rechazados por el tipo de público que sigue a la cuenta.
3.
No hace falta tener el último modelo de celular o saber demasiado sobre edición para publicar contenido atractivo. Me acuerdo cuando comencé que me negaba a tener uno de los últimos modelos de celular porque sabía que se podía crear buen contenido sin tener la última tecnología. Hay veces que la luz solar es la mejor herramienta para sacar buenas fotos, no el tipo de celular o cámara disponible. Además, para el que no quiera producir contenido, siempre existen las fotos de banco, que son gratis y se pueden utilizar sin permiso. Por ejemplo Pexels y Unsplash.
4.
Nuevos features. Cuando alguien sostiene que entiende el algoritmo de Instagram, y que hacer tal cosa o tal otra causará un resultado específico, esto no es necesariamente cierto. No muchos saben cómo funciona el famoso algoritmo y, aunque lo supieran, este cambia constantemente, ya que dicha plataforma virtual no es estática. Sin embargo, en relación a los nuevos features que la empresa lanza, parecería que Instagram le realiza una mayor publicidad. Entonces, si hay un nuevo feature, usarlo es una buena idea, no solo para que Instagram “levante” tu contenido, sino también para que la audiencia de tu cuenta observe algo nuevo. Un ejemplo actual sería crear contenido en Reels o Guides.
5.
Es muy útil compartir ideas y dudas con amigos, familia y con la comunidad virtual. Como indiqué antes, hay que ser creativo y flexible y, para ello, se necesita a otros para mantenerse motivado. Compartir y preguntar son claves para fallar lo menos posible; animate a preguntar a tu audiencia (no importa que sean solo 100 seguidores). A los seres humanos nos encanta dar nuestra opinión.
6.
El crecimiento en redes sociales es exponencial y es por eso que hay estar siempre abierto a nuevas propuestas. No hay que tenerle miedo a proposiciones que van por fuera de lo habitual. Lo bueno de las redes es que si una idea no funciona, se aprieta el botón “Borrar” y listo. Me ha pasado de convertirme, de un día para el otro, en creadora de eventos junto a un cliente gigante, en periodista, catadora, guía de turismo, agente de prensa, e influencer, entre otros. Hay que ser flexible, siempre preguntar para ver en qué se puede mejorar y dejar el miedo de lado. Si bien esto último es difícil, hay que animarse. Cuesta pero funciona.
7.
Las estadísticas son la única verdad de tu cuenta. En las cuentas con configuración “empresa” cada acción que se realiza tiene sus respectivas estadísticas detalladas. Es fundamental invertir tiempo en consultarlas porque allí hay buen material para poder guiar el contenido a publicar. Por ejemplo, si una marca de ropa española tiene como target, mujeres jóvenes de 18 a 25 años y quiere hacer publicidad en su propia cuenta o en otra, es importante que consulte sus estadísticas para ver si está llegando a ese público o no. Aquí es donde también es importante aclarar que la compra de comentarios, bots y likes no ayuda a mejorar la performance de una cuenta porque, por el momento, no se puede segmentar y accionar a ese público comprado.
8.
No hay que comportarse como un robot. Instagram establece en sus reglas de comunidad que las interacciones entre usuarios deben ser genuinas. Con esto se refiere a que no se debe actuar de manera abusiva dentro de la plataforma. Como otorgar likes, comentarios o seguir de manera repetitiva. Hacerlo podría llevar a una penalización por parte de la plataforma. Otro aspecto fundamental es que es indispensable leer las normas dispuestas por Instagram si se quiere realizar publicidad, ya que infringir dichas reglas puede conducir al bloqueo de la cuenta.
9.
Detrás de cada post o story hay mucha dedicación. Dedicarse a las redes sociales es un trabajo. Cada empresa o influencer en Instagram utiliza su perfil como un canal de publicidad con una audiencia específica y necesaria para que la cuenta sobreviva. Hay personas detrás de esas cuentas que, por fuera de la red social, son mortales comunes y corrientes que deben comer y pagar facturas como todos los demás, no se puede vivir a base de regalos. Cada publicación e historia tiene un esfuerzo por detrás e incidir en cada cliente requiere de mucha logística.
10.
Es preciso y saludable tomarse descansos de las redes sociales para despejar la mente. Consumir el contenido posteado en estas plataformas virtuales todo el tiempo o estar siempre conectado puede no ser productivo. Borrar la app por unos días o limitar el tiempo que se puede pasar en ella son buenas estrategias para no quemarse. Y, si el problema es el miedo a no estar presente y activo en redes por algunos días, los posteos e historias pueden programarse. Para esto último, recomiendo la herramienta “Creator Studio”, que es oficial de Instagram.
Sobre la autora
Cloé Goldstein
Estudiante de Ciencias Sociales con Especialización en Sociedad y Mercados. Apasionada por las Nuevas Tecnologías y fundadora de La Posta Guide, guía boutique con lo más avant-garde en tendencias culturales, gastronómicas, diseño, experiencias y viajes.
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