Entre el 29 de mayo y el 4 de junio, LA CURVA realizó una encuesta a 344 estudiantes de grado de la UTDT. En este artículo te contamos lo que vimos.
POR FELIPE GONZALEZ ALZAGA Y FRANCISCO IBARRA
¡Hola! ¿Te acordás que hicimos una encuesta? Bueno, es hora de terminar con el misterio. En este artículo vamos a mostrar las respuestas que los estudiantes de la universidad nos dieron a nuestras preguntas.
Como la encuesta incluía muchos puntos, no vamos a desarrollar acá toda la información que tenemos. Nos centraremos en algunas correlaciones curiosas e interesantes. ¡Pero no te preocupes, amante de la estadística! Te lo prometemos, publicaremos otro artículo con aún más resultados más adelante.
El método principal de obtención de encuestados que utilizamos es conocido como “bola de nieve”. ¿Qué significa esto? La compartimos a estudiantes y éstos/as la compartieron a otros. Así sucesivamente. Las principales plataformas de difusión fueron Twitter, Instagram y WhatsApp.
Por eso cuidado. Esto es importante, ya que nos dice que nuestra encuesta no es representativa de la población total de estudiantes de grado de Di Tella. Aún si hubiésemos llegado a obtener respuestas de los estudiantes que no utilizan estas redes sociales, la selección de encuestados no fue aleatoria, sino que siguió un patrón: conocidos de conocidos de conocidos. Es por esto que los resultados de la encuesta solo representan a los estudiantes que encuestamos, y no puede afirmarse que caractericen a “los estudiantes de Di Tella” en general.
Tampoco podemos saber qué tan lejos se encuentra nuestra muestra de representar a los estudiantes ¿Por qué? Hay parámetros importantes que desconocemos sobre la población real de estudiantes de Di Tella. Nuestra muestra sería más representativa en la medida en que tuviese porcentajes de estudiantes por género, por origen, por año de ingreso, por carrera y por edad similares a los porcentajes que caracterizan a la universidad (aunque, por cuestiones metodológicas, nunca sería realmente representativa). No disponemos de esa información y por eso nos limitamos a mencionar los principales atributos de nuestra muestra y después analizar algunos patrones y diferencias:
Estimamos que los estudiantes de Abogacía (10.17% de la muestra) y de las licenciaturas en Estudios Internacionales (27.33%), Ciencia Política y Gobierno (11.05%), Ciencias Sociales (10.17%), y Diseño (11.34%) están sobre-representados, mientras que los estudiantes de Arquitectura (5.52%), Historia (2.03%), Administración de Empresas (4.94%), Economía (9.01%) y Economía Empresarial (8.43%) están subrepresentados. La cantidad de estudiantes de Historia que contestó la encuesta es tan baja que no estaremos refiriéndonos a sus respuestas.
De los 344 estudiantes encuestados, 67.15% son originarios del AMBA (CABA + Gran Buenos Aires), 32.27% son originarios del interior del país y 0.58% son originarios de otros países. El 68.90% de las encuestadas son mujeres y 30.52% son hombres. El 72.38% recibe o recibió algún tipo de beca o ayuda financiera de parte de la universidad, el 26.45% no lo hizo y un 1.16% prefirió no decirlo. 27.91% de los estudiantes que participaron en la encuesta son ingresantes, mientras que el 17.44% ya está en su segundo año, el 15.70% está en tercer año, 30.52% está en cuarto año, el 7.56% está en quinto año y el 0.87% está en su sexto año. Obviamente, todo tipo de referencia al promedio y la cantidad de materias recursadas no aplica a estudiantes de primer año.
El estudiante mediano de nuestra muestra es mujer, tiene 20 años, está en tercer año de su carrera, es originaria del AMBA y recibe o recibió algún tipo de beca o ayuda financiera.
El promedio académico medio se encuentra entre 7.50 y 7.99, al igual que el mediano. 1.16% de los estudiantes prefirió no decirnos el suyo. Dentro de los que lo compartieron (70.93 % de la muestra, porque no incluye estudiantes de primer año), un 0.41% de los estudiantes dijo tener un promedio entre 4.50 y 4.99, un 4.10% tiene un promedio de entre 5.40 y 5.99, el 8.61% entre 6.0 y 6.49, el 9.02% entre 6.50 y 6.99, 13.93% entre 7.0 y 7.49, un 18.03% entre 7.50 y 7.99, 18.03% entre 8.0 y 8.49, el 13.11% entre 8.50 y 8.99, 10.66% entre 9.0 y 9.49, y un 4.10% tiene un promedio mayor a 9.50. El promedio mediano se encuentra entre 8 y 8.49 para estudiantes de segundo y tercer año, y entre 7.50 y 7.99 para los de cuarto. Para estudiantes de quinto se encuentra entre estos dos intervalos. Según carrera, los promedios medianos y promedios son entre 7.0 y 7.49 para Administración de Empresas, entre 7.50 y 7.99 en Abogacía, Ciencia Política, Ciencias Sociales, Diseño, Economía Empresarial y Estudios Internacionales, y entre 8.0 y 8.49 para Arquitectura y Economía. Podemos ver la relación en el siguiente Diagram de Violín, en la cual el eje Y representa una escala de promedio que va del 0 al 12, siendo 0 un promedio menor a 4.50, y los promedios que siguen siendo rangos de 0.50 puntos:
Fíjense que a la derecha del gráfico tenemos una lista de carreras por orden alfabético. Haganse una notita mental –o recuerden dónde está– porque nos va a servir para interpretar otros gráficos.
El estudiante mediano no recursó una materia y esto es así para todas las carreras menos para Estudios Internacionales, en la que el estudiante mediano recursó una materia. La carrera en la menos estudiantes recursaron materias es Economía (70.83%). En Diseño, para la cual solo consideramos estudiantes de segundo año –ya que son la primera camada y la segunda aún no terminó su primer semestre–, 69.23% de los estudiantes no recursó ninguna materia. En Abogacía, esto es así para el 68.42% de los estudiantes. Mientras que 14.35% de los estudiantes recursó más de dos materias, esto es así solo para el 4.17% de los estudiantes Economía y este porcentaje asciende a 20% en Administración de Empresas, 22.22% en Arquitectura, 23.81% en Estudios Internacionales y 24.24% en Ciencia Política.
En el tiempo dedicado al trabajo doméstico, vemos una pequeña diferencia por género. Las estudiantes mujeres le dedican, en promedio, más tiempo, como vemos en el primer gráfico, en el cual la densidad azul representa a los hombres y la densidad roja a las mujeres. Sin embargo, hay una diferencia aún mayor según origen: los estudiantes del interior (densidad azul en el segundo gráfico), probablemente por vivir solos, dedican más tiempo en promedio al trabajo doméstico por día que los estudiantes originarios del AMBA (densidad roja en el segundo gráfico):
En relación al sueño, solo el 1.45% de los estudiantes duerme más de 9 horas –este porcentaje asciende a 5.88% para estudiantes de Administración de Empresas y a 5.71% para estudiantes de Abogacía– y 1.74% duerme menos de 4 horas –que sube a 5.26% para los estudiantes de Arquitectura y a 7.69% de los estudiantes de Diseño. El 8.43% duerme entre 8 y 9 horas, 32.85% entre 7 y 8 horas y 32.56% duerme entre 6 y 7 horas. Algunas observaciones interesantes: ninguno de los estudiantes de Arquitectura que contestó la encuesta duerme más de 8 horas. El estudiante mediano de Diseño duerme entre 5 y 6 horas, mientras que el de Abogacía duerme entre 6 y 7 horas, al igual que los de Arquitectura, Ciencia Política, Ciencias Sociales, y Estudios Internacionales. En cambio, el estudiante mediano de Administración de Empresas, Economía y Economía Empresarial duerme entre 7 y 8 horas. No hay una diferencia significativa entre los provenientes de AMBA y del interior, pero sí por año de ingreso en la universidad: los estudiantes de primer año son los que menos duermen. 4.17% de los estudiantes de primer año duerme menos de 4 horas por noche en promedio, y 37.51% duerme menos de 6 horas, con solo solo 4.17% durmiendo más de 8 horas, lo cual contrasta con los estudiantes de cuarto año, de los cuales solo el 0.95% duerme menos de 4 horas, 17.14% duerme menos de 6 horas y 11.41% duerme más de 8 horas. La vida estudiantil puede ser dura, pero recuerden no descuidar sus horas de sueño. Mantener una buena rutina en este sentido no solo puede ayudar a mejorar la salud (cosa para nada menor), sino también permite retener mejor conceptos y los conocimientos adquiridos en clase. El descanso es parte del estudio, chiques.
Los estudiantes dedican menos tiempo al estudio a medida que avanzan de año, como podemos ver en el siguiente gráfico:
Por otro lado, también encontramos diferencias por carrera. Ningún estudiante de arquitectura estudia menos de 4 horas diarias –sin contar el tiempo de clases– y, obviando esta carrera, el mayor tiempo promedio de estudio está en Diseño (entre tres y cuatro horas) y el menor en Economía Empresarial (entre una hora y dos):
Analizando los datos sobre el empleo en la encuesta, el 76.80% respondió que no posee ningún tipo de empleo mientras que el resto se divide en diversos trabajos categorizados por ser informales o formales, con remuneración o sin remuneración y si el estudiante es un emprendedor o no. El primer gráfico de barras nos muestra a la población dividida en las categorías mencionadas anteriormente y es importante resaltar que el 55.84% de los que contestaron afirmativamente el poseer un trabajo perciben una remuneración económica y solo el 38.96% se encuentra trabajando “en blanco” o con cierto grado de formalidad. No se encuentra ninguna diferencia sustancial en el empleo en relación al género. Si observamos la segunda figura en la que clasificamos al empleo por año, notamos que el empleo total aumenta a medida que los encuestados progresan en sus estudios, lo cual tiene sentido por la recomendación de la facultad de no buscar trabajos de medio tiempo o full time antes de completar el segundo año, y también por el hecho de que, a medida que se acerca el final de la carrera de grado, los estudiantes suelen buscar experiencias laborales que les permitan complementar su formación.
En relación a la sexualidad, como adelantamos por nuestras al comienzo del mes del orgullo, más de 1 de cada 5 estudiantes encuestados (22.29%) no se considera heterosexual. El 1.20% prefirió no decir, 72.29% se considera heterosexual y 1 de cada 25 (4.22%) no está seguro/a de su orientación sexual. Las carreras con mayor porcentaje de estudiantes no heterosexuales son Economía (27.59%), Estudios Internacionales (26.88%) y Ciencia Política (25.00%), y las carreras con menor porcentaje de estudiantes que no se consideran heterosexuaes son Ciencias Sociales (8.82%, aunque con un adicional y destacado 11.76% de estudiantes que no saben), Abogacía (15.63%) y Administración de Empresas (17.65%).
La edad con mayor porcentaje de estudiantes no heterosexuales es 19 años (39.66%) y la edad con menor porcentaje es 22 (12.00%), aunque no se muestra una tendencia específica a medida que aumenta la edad. 26.61% de los estudiantes que vienen del interior no se identifican como heterosexuales, mientras que el porcentaje baja a 19.46% para los estudiantes originarios del AMBA. Hay una diferencia por género importante, ya que el 30.93% de los hombres no se considera heterosexual, y esto es así solo para el 18.88% de las mujeres. Algo sin dudas interesante es el hecho de que ningún hombre respondió no saber si se considera heterosexual, contrastando con el 5.58% de las mujeres que sí lo hizo. El patrón más fuerte es según ideología, ya que el porcentaje de estudiantes no heterosexuales es de 0% para los estudiantes que se identifican como de extrema derecha, y aumenta progresivamente con 6.67% para estudiantes de derecha, 15.22% para estudiantes de centro-derecha, 22.11% para estudiantes de centro, 32.58% para estudiantes de centro-izquierda y 42.11% para estudiantes de izquierda. Ningún estudiante se identifica como de extrema izquierda.
El 32.83% de los estudiantes se encuentra en pareja o en una relación sexoafectiva estable, 62.05% no se encuentra en esa situación sentimental y 3.92% no sabe si se encuentra en una relación sexoafectiva estable (un abrazo fuerte con distanciamiento social para estas personas). La carrera con más personas en pareja es Arquitectura, con 62.05%. Le siguen Economía Empresarial (50.00%), Abogacía (40.63%) y Ciencia Política (38.89%). Las carreras con más solteros son Administración de Empresas (70.59%), Economía (68.97%), Ciencias Sociales (67.65%) y Diseño (67.57%). Hay una correlación, aunque no muy fuerte (el coeficiente de correlación es 0.0732), entre estar en una relación sexoafectiva estable y encontrarse más a la derecha.
Para medir la ideología de los estudiantes utilizamos una escala cuya cota inferior se encuentra en el valor de extrema izquierda y su cota superior en extrema derecha, siendo 0 el centro. En general, el promedio de los estudiantes tomados en esta muestra se ubica en el centro del espectro político con un valor del 0.14. Distinguiendo por carrera, las que muestran una mayor tendencia a la izquierda son la Licenciatura en Ciencia Política (-0.42) y en Licenciatura en Estudios Internacionales (-0.24). En cambio, Arquitectura se muestra como la carrera más orientada hacia la derecha (0.94), seguida por la Licenciatura en Administración de Empresa (0.74). Debemos reiterar que estos números son aproximados y se encuentran sesgados debido a las limitaciones de la encuesta.
Si estás interesado en organizar una juntada con tus amigos de la Universidad (para después de la cuarentena, por supuesto) y no sabés muy bien que gustos de helado pedir, los resultados de esta encuesta te ayudarán a elegir. Para los estudiantes en general, el 16.42% (la mayor frecuencia observada) elige dulce de leche granizado como gusto de helado favorito, por lo que apostar a este sabor no es una mala idea. Ahora, esta estrategia no será tan efectiva si la mayoría de los participantes no proviene de las carreras de Ciencia Política o Estudios Internacionales. La opción más popular para los miembros de Administración de Empresas y Economía Empresarial es banana split con una frecuencia del 29.41% y 39.29% respectivamente. Los alumnos de primero y segundo prefieren con mayor frecuencia el chocolate amargo, mientras que el dulce de leche se pelea por el podio con el chocolate amargo como sabor preferido de los estudiantes de tercero. Los gustos de helado de aquellos que cursan su cuarto año se inclinan mayoritariamente hacia el dulce de leche granizado. En resumen, tendrás éxito garantizado en tu juntada juntada si pedís dulce de leche granizado, banana split o chocolate amargo.
Para finalizar, queremos compartir la información que obtuvimos al realizar algunas regresiones con los datos de la encuesta. Les recordamos, estos resultados no son representativos de la población total de estudiantes de Di Tella.
Hicimos una regresión para estudiar el impacto de distintos usos del tiempo en el promedio académico y la cantidad de materias recursadas. Controlamos por algunas variables como la edad, el género y el origen, y obtuvimos la siguiente información estadísticamente significativa: dos años más de edad o el hecho de que te guste la matemática –en relación a que te de igual– o que te de igual –en relación a que no te guste la matemática– se relacionan con un aumento de categoría en el promedio (por ejemplo, de el rango 7.5-7.99 al rango 8.0-8.49). En la dirección contraria y en la misma proporción se relaciona el año universitario: ceteris paribus, un aumento en el año de estudio –como pasar de segundo año a tercer año– se relaciona con media caída de rango, y un aumento de dos años se relaciona con bajar un rango (por ejemplo, de 7.5-7.99 a 7.0-7.49). El coeficiente de 1.84 para la variable beca_o_finaid nos indica que el beneficio de una beca o ayuda financiera por parte de la universidad se relaciona –all else equal– con un aumento de 1.84 en los rangos del promedio (un aumento de 2 sería, por ejemplo, pasar del rango 7.5-7.99 al rango 8.5-8.99). Por último, y más importante, la otra variable con la que encontramos una relación estadísticamente significativa es el tiempo de estudio: una hora más de estudio se relaciona con un aumento de 0.41 en el rango de promedio y dos horas y media más de estudio implican un aumento de rango de promedio (por ejemplo, de 6.5-6.99 a 7.0-7.49).
Por otro lado, vemos en la segunda regresión que recibir o haber recibido una beca o ayuda financiera por parte de la universidad muestra una relación negativa pero no muy fuerte con la cantidad de materias recursadas (con una estimación de -0.51), mientras que un aumento del año de estudios se relaciona lógicamente con más materias recursadas (una estimación de 0.47 en la variable seniority). Una condición que interesantemente muestra una relación negativa estadísticamente significativa es tener empleo (el coeficiente estimado es -0.32).
¡Llegaste hasta el final! Gracias por tu tiempo. Llevar adelante esta encuesta y procesar los resultados fue una tarea muy interesante para ambos. Si bien nos vimos muy limitados por la nula representatividad de la muestra y por nuestra calidad de principiantes en la noble tarea de analizar datos cuantitativos y manejar programas estadísticos, creemos que encontramos patrones interesantes y la tarea en sí fue muy gratificante y nos enseñó mucho. El semestre que viene publicaremos un segundo artículo con la información de la encuesta que no llegamos a analizar, tal vez un poco más entretenida, incluyendo desde gustos musicales y casas de Hogwarts hasta pérdida de visión y frecuencia del llanto entre los y las estudiantes. Esperamos que les haya gustado el artículo y todo tipo de feedback metodológico y sobre los resultados de la encuesta es más que bienvenido.
Sobre los autores
Felipe Gonzalez Alzaga
77,14% politólogo. Ciudadano no-ilustre de Corea del Centro. Filosofía política, economía política y políticas públicas. Coordinador de Estrategia de La Curva. Miembro del Club del Desarrollo Sostenible.
Contacto:
Francisco Ibarra
Estudiante de la Licenciatura en Economía cursando el cuarto año. Fan de la historia, un buen libro y los domingos de lluvia.
Contacto:
franibarra1@hotmail.com
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