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Carol Cotton y Sofía Pileggi

La brecha generacional en tiempos de cuarentena

Actualizado: 17 abr 2021

Una reflexión acerca del desafío de incluir a través de la tecnología


Por Carol Cotton y Sofía Pileggi


Como millennials y centennials, generaciones Y y Z, el acceso a Internet es la norma y no la excepción en nuestras vidas. La mayoría no sabemos leer mapas o buscar información en enciclopedias porque nunca tuvimos la necesidad de hacerlo. Nuestra historia no puede explicarse separada de las herramientas digitales, porque llevamos con nosotros la posibilidad de buscar, estudiar y socializar, en la palma de nuestra mano.


Como siempre, son las circunstancias extraordinarias las que hacen resaltar las cosas más comunes: el momento histórico que atravesamos como sociedad puso de relieve el impacto del armamento tecnológico que, para muchos, pasó a ser nuestra única conexión con el mundo exterior.


Sin embargo, la tecnología puede ser tan inclusiva como exclusiva, puede cerrar brechas o reforzarlas. Ya para nosotros no es lo mismo tener cierto dispositivo que otro, o contar con una conexión estable o no. Aun así, y con matices socioeconómicos, podemos decir que la hiperconectividad nos es algo cotidiano y una cuarentena no quiebra la continuidad en las formas de relacionarnos.


Para quienes no es así es para los adultos mayores, que quedan mayormente marginados de los cambios y avances tecnológicos. Al no tenerlos incorporados en su cotidianidad, no suelen ser usuarios autónomos y los jóvenes muchas veces nos encontramos en el lugar de “maestros del Internet”. Cuando sucede que “toqué algo en el teléfono y no sé arreglarlo, ¿me ayudás?” o “la tablet se ve muy oscura, cargo la batería pero siempre está igual, ¿qué hago?”, su único recurso somos nosotros.


En definitiva, todos nos encontramos en la era de la informática, pero son los más grandes quienes enfrentan el desafío de no quedar afuera. En medio del aislamiento social, nos preguntamos: ¿es el momento ideal para que exploten las herramientas tecnológicas, o acentúa aún más la dificultad de conectarse e interactuar vía Internet? Y, cuando parece clara la situación de los jóvenes y de los viejos, ¿qué pasa con la generación intermedia, esa famosa generación X?


La desventaja quedó en evidencia cuando el Presidente decretó la cuarentena obligatoria la semana pasada. Al preguntarle a nuestros parientes de mayor edad cómo están haciendo para entretenerse, las respuestas son similares, pero no parecen involucrar el uso de Internet: pintando mandalas, haciendo zapping en la televisión, ordenando placares o limpiando la casa. Esta generación es la más vulnerable a sufrir cuadros graves o fatales por coronavirus, por lo que la urgencia de tomar mayores recaudos ha obligado a muchos a mantenerse separados de sus familias en el momento en el sentimiento de unidad es más necesario que nunca.


En contraste, cuando evadir el aislamiento dejó de ser una opción, millennials y centennials se volcaron a las redes sociales, donde reuniones a distancia, movidas culturales por plataformas streaming, y clases y talleres vía Instagram live se volvieron centrales.


Desde entonces, madres y padres comparten actividades para los más chicos; adolescentes se nominan entre ellos a seguir consignas; amigues se juntan por videollamada; la conocida de un conocido da clases de baile, yoga, meditación, música o hasta de teoría feminista; e influencers usan sus plataformas buscando impulsar el mensaje de quedarse en casa en solidaridad con los grupos de riesgo y los trabajadores de sectores esenciales que no pueden hacerlo.


Resulta que no es un fenómeno solamente argentino y tampoco pasó desapercibido para el otro gran grupo de las redes: la generación X. En otras partes del mundo, ya el domingo 15 de marzo el hashtag #GenX fue tendencia en Twitter y 2 tuits de la escritora estadounidense Lauren Hough se hicieron virales:

"Un saludo a la Generación X, la única generación que puede quedarse en casa sin que se lo pidan, los pibes que nos quedábamos solos mientras nuestros padres trabajaban, la generación acostumbrada a que todos nos pasen por alto. Seremos los únicos que queden".
“Tratamos de decirles que esa necesidad abrumadora que tienen de encontrar actividades y rumbo era rara y patética, y ahora mírense. No pueden siquiera quedarse en sus casas un fin de semana. No es difícil. Prendan la tele o agarren un libro. SIÉNTENSE, A NADIE LE IMPORTA QUE ESTÉN ABURRIDOS".

Parece haber un consenso global implícito que asocia a las generaciones Y y Z con la necesidad irrefrenable de “hacer cosas” y socializar (donde la tecnología cumple un rol fundamental), y a la generación X con una actitud más relajada. El detalle es que en ese esquema faltan los viejos. ¿Nos olvidamos de que, mientras la restricción de circular rigió solo para los mayores de 65, la gran noticia fue que seguían paseando por la calle? No fueron solo los jóvenes los que seguían llenando bares y juntándose a tomar mate. Por escepticismo o por aburrimiento, los mayores también se mostraron poco dispuestos a quedarse quietos.


La generación X pregunta qué pasa con la juventud. “Mirá a los pibes, todo el día con el celular. ¿A vos te parece? No pueden estar un día sin hacer algo. ¿No se pueden bancar unos días en casa sin hacer nada?” Y… ¿qué le pasa a la generación X, esa generación intermedia que tiene poco en común con los viejos y con los pibes? Sienten lastima por los mayores por sus dificultades para incorporar la tecnología a sus vidas, pero también ridiculizan a los jóvenes por hacerlo al 100%.


¿Está mal que necesitemos actividades y un rumbo todo el tiempo? Al final, a todas las generaciones nos une las ganas de ganar la batalla contra el coronavirus. En el mientras tanto, lo que nos diferencia es la forma de hacer más pasajera esta situación tan difícil. Nosotros, desde nuestro lugar y como podemos, tratamos de no ser conformistas


 

Sobre las autoras

Carol Cotton

Estudiante de Relaciones Internacionales en Di Tella, interesada en la fotografía, la redacción creativa, la política y los medios de comunicación.


Sofía Pileggi

Ciencias Sociales. Futura muchas cosas. Slytherclaw. History geek y fundamentalista de la cultura pop. Cuento historias.

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