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  • PILAR SCOTTO

No soy un robot

Actualizado: 17 abr 2021

Al momento de registrarnos en una red social nos solemos encontrar frente a una prueba captcha que busca autentificar nuestra condición humana. En la contemporaneidad, este requisito logró resignificarse dentro de una sociedad hipermediatizada.


Por PILAR SCOTTO


Al momento de registrarnos como usuarios en una plataforma digital, nos solemos encontrar frente a una prueba captcha que busca autentificar nuestra condición humana: “No soy un robot”, nos exige asegurar. En la contemporaneidad, este requisito, aparentemente sencillo de cumplir, logró resignificarse dentro de una sociedad hipermediatizada donde cualquiera es, o puede ser, productor y protagonista de su propio contenido.


Entonces, ¿qué sucede cuando ese protagonista no existe?


Tal es el caso de Lil Michela: modelo, cantante e influencer estadounidense con más de 2 millones de seguidores en Instagram. Se trata de una identidad virtual generada por computadora, creada por una empresa basada en Los ángeles llamada Brud.

En un principio, Michela reafirmaba su condición humana frente a un público confundido y desconfiado. Sin embargo, luego de un escándalo inventado y puesto en práctica por la misma empresa, se encontró obligada a revelar su identidad “real”.


Paradójicamente, al admitir su condición de robot, la sensibilidad del público emergió. De esta manera, se convirtió en una de las personalidades virtuales más importantes del momento, colaborando con marcas como Prada, Nike y Samsung.


El escritor alemán Boris Groys sostiene que “el artista deja de ser un productor de imagen y se vuelve él mismo una imagen” (2014). Siguiendo con esta línea de pensamiento, nos empezamos a preguntar: ¿quién es el artista aquí? ¿la misma Michela, o la empresa que la diseñó?


Es indiscutible el hecho de que la imagen es ella. Se nos presenta adrede como una creación autónoma, capaz de sentir y relacionarse con los humanos, tanto en Instagram como en la vida real: lo que en primera instancia fue creado por Brud para una pantalla, empieza a desplazarse de la misma para convertirse en algo que aparenta ser tangible y verdadero.

Ahora bien, lo cierto es que sin diseño, Michela no es nadie. Por más de que Brud funcione como un fantasma detrás de un producto, es su ocupación la de fabricar un ser que satisfaga las demandas de la temporalidad sensibilizada en la que vivimos: Michela es convencionalmente linda, es altruista, tiene buen gusto y es relatable. De esta manera, si consideramos que los influencers humanos ficcionalizan su realidad para que sea más interesante, podríamos pensar que Michela, inexorablemente, hace lo contrario: autentifica su ficción. Como afirma la antropóloga Paula Sibilia, “cuando más se ficcionaliza y estetiza la vida cotidiana con recursos mediáticos, más ávidamente se busca una experiencia auténtica, verdadera, que no sea puesta en escena. Se busca lo realmente real. O, por lo menos, algo que así lo parezca”. (2008)

En definitiva, es notable como un robot tiene la capacidad de imprimir su influencia en los humanos a través de los medios. Por más de que la intención detrás de Michela aún resulte ambigua —podría tratarse tanto de un experimento que evidencia nuestra visión distorsionada de la humanidad, como también de un producto creado exclusivamente como mercancía–, nos coloca en una situación inquietante, donde no podemos evitar preguntarnos, como bien hacía Nietzsche, “¿Cómo se llega a ser lo que se es?”


No hay duda de que, hasta ahora, no hemos hallado una única respuesta. Mientras tanto, de algo estamos seguros: el futuro es hoy, y Michela, a diferencia de nosotros, aquí se queda eternamente.


Bibliografía

  • Groys, B. (2014). Volverse Público: Las transformaciones del arte en el ágora contemporánea. Buenos Aires: Caja Negra Editora. Colección Futuros Próximos

  • Manovich, L. (2017). Instagram and Contemporary Image. Cultural Analytics Lab

  • Sarchman, I. (2017). ¿Alguien quiere ser anónimo en esta era?. Revista ñ

  • Sibilia, P. (2008). La intimidad como espectáculo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica


Enlaces de interés

  • Instagram de Miquela: https://www.instagram.com/lilmiquela/

  • Youtube de Miquela: https://www.youtube.com/channel/UCWeHb_SrtJbrT8VD-_QQpRA

  • Michela, L. (2019). I’m Miquela and when I’m in love, i do the MOST. https://youtu.be/gNLmmOnOqRE).

  • Michela, L. (2019). I’m Miquela. https://youtu.be/TQvUwghIOcQ

  • Brud website http://www.brud.fyi

  • Petrarca, E. (2018). THE CUT: Who is Lil Miquela, the Digital Avatar Instagram https://www.thecut.com/2018/05/lil-miquela-digital-avatar-instagram-influencer.html

  • Zach Sang’s show (2019). Miquela Talks Being A Robot, Her Song “Money”, Kissing Bella Hadid & Collabs https://youtu.be/S6wnHsEoTmc


 

Sobre la autora


Pilar Scotto


También conocida como BN21. Artista visual y estudiante de Diseño en la Di Tella.


Contacto:

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